miércoles, 18 de abril de 2012

LAS ESTACIONES DEL AMOR

De nuestro amor no quedo nada.
Floreció como primavera
extendiéndose por los veranos,
para irse marchitando con el otoño.
Termino inerte, congelado, y moribundo
en el invierno de sus desgracias.
Lo que fluyo como ríos,
hoy son solo desiertos áridos y soledades.
Valles erosionados y frágiles,
sueños marchitos, sin vida.
                            Arturo Castillo.
                                       jsf
Te propongo
inventarnos de nuevo.
Deshacernos los dos
de lo que fuimos.

Ser viento y tierra,
agua y árbol,
río y vida.

Y en esta materia inútil
que nos ata,
encontrar el beso final
que nos libere.
                Anónimo.